CHURCH and STATE

We may not be a "Catholic country" but our founding fathers thought that freedom of religion was so important that they put it in the FIRST amendment to the constitution. Here is an article written by a close friend from South America, in Spanish, that warns us that when we give up freedom of religion in the name of "women's health" we are on the way to giving up ALL our freedom. Seen from the other side, the "right to choose" is the "right to kill." Secular humanist governments migrate towards Godlessness. Paradoxically, many of those who promote abortion are members of PETA or some other animal rights organization, and are against capital punishment for murderers (my words).

RELIGION Y LIBERTAD

Nadie discute o cuestiona la separacion de la Iglesia y el Estado, pues se trata de instituciones que cumplen roles muy diferentes en una sociedad y que no deben mezclarse. Este ultimo debe ser el garante de la libertad de cultos y el derecho inalienable de los ciudadanos de afiliarse y practicar la creencia que escojan. En este contexto, la reciente disposicion del gobierno que obliga a los empleadores, incluyendo por cierto a los catolicos, a proveer a sus empleados un seguro de salud que incluya, sin costo para ellos, la esterilizacion, el aborto y el control artificial de la natalidad, es inaceptable. Por su parte, las companias aseguradoras estan obligadas a incorporarr estos servicios en las polizas correspondientes, como si se tratara de enfermedades, examenes o procedimientos, que afectan la salud de un individuo. Asi como los seguros de vida no cubren el suicidio pues es un acto voluntario, del mismo modo dichos “servicios” no debieran ser mandatorios. Este atropello a la libertad de culto, constituye un atentado contra el derecho de los catolicos -y seguramente tambien en contra del de fieles de otras denominaciones- que garantiza la Primera Enmienda de la Constitucion. De esta forma, se coloca a los catolicos en la disyuntiva de escoger entre violar los principios y valores de su Fe o dejar de cumplir con la referida disposicion, debiendo en este caso enfrentar las penalidades con que se les ha amenazado. Aquellos que propugnan el mal llamado “derecho a escoger”, que debiera mas bien rotularse de derecho a matar, a pesar de la enorme presion que han ejercido no han logrado doblegar a una mayoria importante de la poblacion, que aboga por la defensa del mas sagrado de los derechos humanos, cual es el derecho a la vida. Cada vez mas se cuestiona el supuesto “derecho” a destruir una vida humana, personificada en la indefencion del ser que vive y se desarrolla en el vientre materno. Es increible que en este pais, profundamente respetuoso de los derechos humanos y que ha sido el paladin de su defensa en todos los rincones del mundo, haya quienes sostengan, apoyados por la ley, que ese ser que se mueve y cuyo corazon late, al que se le pueden distinguir sus rasgos y que solo aguarda el momento propicio para nacer, no es una persona humana. Por eso, repugna que haya politicos que se dicen catolicos y que por unos cuantos votos abjuran de sus principios y creencias, al “vender su primogenitura por un plato de lentejas” como dice la Biblia, ayudando asi a segar vidas inocentes. Las sociedades deben sustentarse en valores morales y normas de comportamiento que emanan del derecho natural, que antecede y va mas alla de la ley temporal que es el fruto de compropisos y mayorias politicas. ?Con que autoridad la ley penal sanciona el asesinato de un bebe en su cuna, pero deja impune y hasta promueve el del ser que esta por nacer? Pareciera que el destino de uno y otro solo depende de un mero certificado. No es posible que una simple ley o la sentencia de una corte le conceda a la mujer el derecho de matar al ser que lleva en sus entranas, ya sea por un deseo personal, para reparar su irresponsabilidad o por ser incapaz de controlar sus instintos elementales. La degradacion de las costumbres a la que conduce el desenfreno que existe en esta materia, en aras de una mal entendida modernidad, debiera preocupar a quienes la fomentan bajo eufemismos como la “salud reproductiva” o el manido “derecho a escoger”. Directa o indirectamente, aquellos estan contribuyendo tambien a devaluar los demas valores en que se afirma la fortaleza moral de esta nacion, que ha sido ejemplo a seguir y modelo a imitar en el mundo. Es de esperar que el gobierno recapacite en su decision, pero lo que es aun mas importante y trascendente, que esa mayoria que defiende la vida contra viento y marea, aun sufriendo el escarnio de los que se le oponen, logre que se la respete en su integridad. Hay que tener confianza y perseverar, pues para Dios no hay imposibles y puede mover montanas cuando se lucha en su nombre. (The author is Ambassador Juan Larrain of Chile)

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